Dejemos huellas, no cicatrices
Todas las personas vamos cargando con situaciones, duelos, problemas y para cada persona representa algo diferente su vivencia, no podemos minimizar el dolor de nadie porque no estamos en sus zapatos y muchas veces tendemos a irnos por esta opción de pensar que esa persona exagera, pero al final es su dolor, y en sus zapatos el dolor se siente de una forma diferente que en los tuyos. Con el paso del tiempo, de los años, he descubierto que aunque todos estamos un poco rotos y muchos estamos tratando de reconstruirnos todos los días, las personas que aún y con sus situaciones se toman el tiempo para leerte, escucharte o incluso aconsejarte, dejando por un momento a un lado sus propios problemas, se merecen el cielo, esas personas son quienes aunque estén atravesando una situación dolorosa, buscan como acompañarte en tu proceso. Ojalá que la vida nos regalara más personas así, y que sobre todo nosotros podamos ser de este mismo modo con aquella persona que nos necesita....